No más anécdotas
Lo que pasó el domingo 14 de marzo fue vergonzoso para nuestra democracia y nuestra sociedad. En Colombia se presentó, al igual que se viene presentado desde hace muchos años, una compra descarada de conciencias. Nuestros ciudadanos siguen estando constantemente expuestos a las vulneraciones a las que los corruptos los someten. En Compromiso Ciudadano por Colombia estamos plenamente convencidos de que de la forma como se llega al poder, así mismo se gobierna, y que cuando uno paga para llegar, llega a pagar con los recursos de todos los colombianos.
Las pasadas elecciones se las robaron al país. Los casos concretos de corrupción electoral son visibles y han sido expuestos por la Misión de Observación Electoral. Significa esto que hoy posiblemente nuestro Congreso seguirá siendo el órgano público más cuestionado por el pueblo colombiano y eso no puede seguir pasando en este país.
Para escribir la nueva página tenemos que asumir los dineros públicos como sagrados. No podemos permitir que nuestro futuro siga en manos de aquellos que, sin ningún reparo, entregan migajas y arrodillan al pueblo colombiano con promesas que nunca cumplen.
Lo demostramos en Medellín y lo seguiremos haciendo en la Presidencia de la República: es posible gobernar con principios y resultados, sin robar un solo peso, con transparencia en todas las acciones de gobierno. Nosotros la hemos luchado y representamos a miles de personas que han sentido la indignación con la política y el clientelismo. En nuestro Gobierno yo, como Presidente, seré el primero en rendir cuentas de la lucha contra la corrupción y el ciudadano podrá palpar con sus manos las obras que serán fruto de esa recuperación de los recursos públicos. Nuestro desarrollo será potenciado con la diversidad de las regiones, la fuerza de la creatividad de nuestro país y con los elementos motores derivados de la ciencia, la tecnología, el emprendimiento, la innovación y la educación.
Permitir que el trago amargo de la corrupción electoral del 14 de marzo se convierta en una anécdota más de este país sería permitir que se sigan robando nuestros sueños y las oportunidades de nuestros hijos. Los invito a apostar en el presente y en el futuro de este país, para llenarlo de transparencia y honestidad, y apalancar con los recursos que no se lleve la corrupción el talento y las capacidades de la gente, potenciando el empleo, la educación, la ciencia y la innovación y la vivienda, en suma, las oportunidades para todos.
